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Que no importa lo malo que haya sido un día o una semana, un segundo a su lado ya me hace ir a las nubes.

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Que gratificante es volver a encontrarse con viejos amigos que te había abandonado por no ser digno de ellos.

Alicia recogió el abanico y los guantes, y como en el vestíbulo hacía mucho calor, estuvo abanicándose todo el tiempo mientras se decía:

-¡Dios mío! ¡Qué cosas tan extrañas pasan hoy! y ayer todo pasaba como de costumbre. Me pregunto si habré cambiado durante la noche. Veamos: ¿era yo la misma al levantarme esta mañana? Me parece que puedo recordar que me sentía un poco distinta. Pero, si no soy la misma, la siguiente pregunta es: ¿quién demonios soy? ¡Ah, este es el gran enigma!

Y se puso a pensar en todas las niñas que conocía y tenían su misma edad, para ver si podía haberse transformado en alguna de ellas.

-Estoy segura de no ser Ada- dijo-, porque su pelo cae en grandes rizos, y el mío no tiene ni medio rizo. Y estoy segura de que no puedo ser Mabel, porque yo se muchísimas cosas, y ella, oh, ¡ella sabe poquísimas! Además, ella es ella, y yo soy yo, y... ¡Dios mío, que rompecabezas! Voy a ver si se todas las cosas que antes sabía. Veamos:

Cuatro por cinco, doce, y cuatro por seis trece, y cuatro por siete...

¡Dios mío! ¡Así nunca llegaré a veinte! De todos modos la tabla de multiplicar no significa nada, probemos con la geografía, Londres es la capital de París, y París es la capital de Roma, y Roma... No, lo he dicho todo mal, estoy segura.

¡Me debo de haber convertido en Mabel!

-

Sigo siendo la misma idiota, la misma tonta que se preocupa más por satisfacer los deseos de los demás que los de una misma, la que es fácil de manipular, la que por evitar broncas o quedarse sola... hace cosas que no quiere, la buena y tonta que quiere que los demás se sientan felices aunque eso me cueste a mi la felicidad.

¿Luego soy yo la manipuladora?, ¿la mala persona?, ¿la que putea?, ¿y la envidiosa?

Creo que aquí algo va mal, desde mi punto de vista diría que algo está al revés, pero... solo es mi punto de vista, ¿no?. Es mi punto de vista contra el de otros, son más, por lo que... debo poner cara de aquí no sucede nada y tenéis razón en todo.

No importa lo que piense, siempre estaré equivocada.

Dan igual mis ideas, las de ellos son mejores.

No importa lo que me esfuerce en ser como ellos, seguiré siendo la rara.

No importa todo lo bueno que haga, hago una cosa mal una vez y te lo recuerdan por el resto de tu vida.

Creen que no sufro, no saben lo duro que fue para mí todo, no saben que estuve tres años metida en una "jaula" que yo misma hice, no saben que he evitado ser yo por todos los medios, no en

tienden la angustia que he sentido todo este tiempo, no quieren que pueda ser yo misma, que he encontrado gente con la que puedo ser feliz, gente que me acepta tal y como soy.

He perdido por el camino partes de mi misma, he perdido mi orgullo, era lo que más valoraba de mi misma, era lo que me daba carácter, lo que me hacía después de todo... actuar como yo quería, decir las cosas claras y no permitir que pasen por encima de mi.

En algún terrible momento lo perdí y ahora me siento perdida, me siento como una persona que no está en su país, sin saber a donde ir, a quien preguntar y sin saber que hacer para dejar de sentirse perdido.

Supongo que algún día volveré a encontrarlo... y entonces sí, estaré completa, podré ser yo plenamente, diré las cosas claras

y gritaré al mundo que he vuelto.